Hoy no os voy a dejar ninguna receta, hoy simplemente vengo a deciros que voy a estar unos días sin publicar recetas, espero que solo sea la semana que viene, quizá sea algún día más.
Sé que estais acostumbrados a tener una publicación diaria, de Lunes a Viernes y eso implica mucho trabajo en la cocina y en el ordenador, fotografías, recetas nuevas, edición de fotos, textos, anotaciones, compras…y precisamente todo eso hace que se vayan dejando cosas que hacer por el camino y un día hay que parar y hacerlas.
Y eso es precisamene lo que pretendo, ponerme al día de cosas en casa que no puedo dejar más tiempo, cosas mías personales, actualizaciones en el blog y además dedicarle un tiempo al otro ordenador y dejarlo como a mi me gusta para que el funcionamiento sea el mejor.
En breve continuaré con las publicaciones, eso no lo dudeis y si tenéis cualquier duda o consulta podéis dejarlo en los comentarios o en la página de Facebook y os responderé lo antes posible.
Gracias por estar ahí, por vuestra fidelidad y comprensión. Nos vemos en unos días.
No, no me he vuelto loca y he encendido el horno para hacer galletas, de hecho, en todo el verano solo lo he puesto cuando ha sido imprescindible o el antojo era demasiado grande. Esta receta la hice hace tiempo y la tenía en el almacén de pendientes de publicar (demasiado lleno, por cierto) y hoy me apetecía publicarla porque, al ver las fotos, me he acordado del sabor tan extraordinario de estas pastas, lo fáciles que son de hacer y no me he resistido a compartirlas.
A pesar del calor me empieza a picar el gusanillo de los bizcochos, tartas, cakes, brownies, galletas y demás familia pero me resisto, eso si, en cuanto llegue un poco el fresco y estar en la cocina no suponga padecer 50º C, pienso resarcirme.
Ingredientes:
- 250 gr. de harina bizcochona (ya lleva levadura).
- 60 gr. de azúcar moreno.
- 50 gr. de azúcar glass.
- 130 gr. de mantequilla.
- 60 ml. de vodka al caramelo (lo venden en Mercadona).
- 30 ml. de leche.
¿Qué tal lleváis el calor? Yo cada día lo llevo peor, me roba la energía y no tengo ganas de hacer casi nada. Menos mal que la fuerza de voluntad y las ganas que le pongo me ayudan a no dejar de lado el gusto por cocinar poniendo todo mi cariño en ello. Hay algo de lo que la mayoría de las personas no son conscientes y es que poner cariño y deseos de agradar a la hora de cocinar es tan importante como cualquiera de los demás ingredientes, os puedo asegurar que la comida sale mucho mejor.
Vamos a por otra semana con un menú rico, apetitoso y diferente.
Lunes 13-Agosto-2012: Pasta con verduras y queso.
Pasta corta salteada con verduras y gratinada.
Martes 14-Agosto-2012: Pollo marinado con arroz con coco.
Pollo marinado en salsa de soja y especias con guarnición de arroz con leche de coco.
Miércoles 15-Agosto-2012: Judías verdes con patata y queso de cabra.
Judías verdes guisadas con patata a la gallega y acompañadas de queso de cabra.
Jueves 16-Agosto-2012: Taboulé con langostinos.
Ensalada de cous cous con verduras frescas y langostinos cocidos.
Viernes 17-Agosto-2012: Cazuela de garbanzos con bonito.
Guiso de garbanzos con bonito fresco.
Como veis un menú variado, sano, que se puede llevar en tupper sin problema y que no tiene por qué ser aburrido ni triste.
Legumbre, hoy toca legumbre pero con verduras, sin grasa, sin carnes, apta para vegetarianos pero llena de sabor. No hace mucho que descubrí el sabor tan especial que da el Ras el Hanout, muy utilizado en las recetas de origen árabe, es una mezcla de especias que podemos comprar sin dificultad en muchos sitios (locutorios, locales de comida árabe…). Lo he utilizado en un par de recetas, una de lentejas y otra de conejo. Os dejo cantidades para un primer plato, puede ir seguido de un filete de pollo a la plancha, ternera o un pescado, lo que mejor os venga.
Ingredientes (para 4 comensales):
- 400 gr. de garbanzos cocidos (yo he utilizado de tarro).
- 1 pimiento rojo.
- 1 pimiento verde.
- 1 cebolla.
- 1 calabacín grande.
- 200 ml. de tomate natural triturado.
- 1 cucharadita colmada de Ras el Hanout.
- Aceite de oliva, sal y azúcar.
Esta ensalada es una delicia. Si, es una ensalada pero también puede ser un plato único para una comida ligera, de esas que apetecen en verano o, simplemente, preparamos en un momento porque andamos escasos de tiempo. En casa nos ha encantado, una de las mejores ensaladas que he comido últimamente.
Ingredientes (para 2 comensales):
- ½ lechuga iceberg.
- 3 lonchas de panceta fresca.
- 200 gr. de queso Gorgonzola dulce.
- 1 yogur griego.
- 1 tomate.
- 1 pizca de sal.
- 6 cucharadas de aceite de oliva.
- 4 cucharadas de vinagre de manzana.
Sabéis que a mi me encanta preparar comidas de “plato único”, sobretodo por el tema de que Miguel come de tupper e intento que en cada uno de ellos entre un poco de todo. Esta receta que os dejo hoy es de esas que llevan de todo, que podéis usar como entrante reduciendo las cantidades a la mitad, pero también es un plato único estupendo.
La receta la vi en la red hace unos meses pero no recuerdo dónde así que no puedo dejaros referencia. Vamos a ello.
Ingredientes (para 3 comensales):
- 3 endivias.
- 6 lonchas de jamón de York.
- 6 lonchas de queso Havarti.
- 200 gr. de arroz (yo he usado el de guarnición, uno en el que vienen tres clases diferentes de arroz).
- 250 ml. de leche.
- 2 cucharadas de Maizena.
- 1 nuez de mantequilla.
- Queso rallado.
- Aceite de oliva, sal, pimienta blanca y nuez moscada.