
Las recetas de aprovechamiento son cada vez mejor recibidas. Creo que la crisis se está haciendo sentir más fuerte que nunca y poder aprovechar sobras de otras recetas para sacar una comida o una cena para toda la familia con muy poco va a convertirse en imprescindible. Hoy os traigo una de estas recetas. El otro día preparamos en casa arroz blanco para tomarlo con huevo frito, unas salchichas y salsa de tomate, un plato que se come en todas las casas y que está realmente bueno. Pues bien, me sobró arroz y como me niego a tirar la comida decidí aprovecharlo y hacer unas croquetas para llevar en tupper. Muy fáciles y resultonas.
Ingredientes (para unas 20 croquetas):
- 450 gr. de arroz blanco ya cocido.
- 150 gr. de atún en aceite escurrido.
- 3 cucharadas de tomate frito.
- 25 gr. de queso crema (tipo Philadelphia).
- Aceite de oliva, sal, huevo y pan rallado.

Ya sé que con el frío que hace no apetece pensar en platos como el de hoy pero también es verdad que cuando nos juntamos en casa con amigos o familia, entre la gente, los hornos funcionando y la calefacción, no nos costará nada disfrutar un entrante frío, sobre todo con lo bien que resulta.
El aguacate, originario de México nos ofrece muchas propiedades beneficiosas para el organismo, uno de los cuales es la regulación del colesterol gracias al ácido oleico y a las grasas mono insaturadas aunque no debemos olvidar que nos aporta mayor cantidad de calorías que muchas frutas.
El aguacate además de agua, proteínas, carbohidratos, fibras, vitaminas y minerales, es antioxidante y una fuente de luteína que nos protege de enfermedades oculares como las cataratas y la degeneración macular.
Hay estudios que indican que la pulpa del aguacate tiene un gran valor nutritivo, semejante al de una porción de carne, por lo que también es recomendado en dietas vegetarianas como sustituto de esta proteína.
Ingredientes:
- 12 huevos.
- 24 langostinos cocidos.
- 3 aguacates.
- Huevas.
- Tomatitos secos troceados.
- Sal, zumo de limón y mahonesa.

El pasado jueves día 7 de Febrero, se celebró en Azuqueca y en algunos otros pueblos el Jueves Lardero o Día de la Tortilla. En algunos de estos pueblos, es tradición ir al campo a comer “la tortilla”. Yo, particularmente, nunca lo he hecho y este año, me encontré con que también es tradición en Azuqueca preparar un Concurso de Tortillas en el centro donde estoy cursando Cocina y Gastronomía, CEPA Clara Campoamor. A este concurso puede presentarse cualquiera, ya sea de Azuqueca o no y tampoco es requisito ser alumno del centro.
Y allí estaba yo con mi Tortilla a la Sidra. Deciros que era la primera vez que la preparaba y que fue un verdadero calvario tener que esperar a que acabara el concurso para poder probar la tortilla, si, lo sé, presentar a un concurso algo que nunca he comido, que no he probado, que no sé si está bien hecha…así soy yo con las recetas, viviendo al límite 😀
Como podréis imaginar, ganar el 3er premio fue toda una sorpresa. Nos presentamos 22 participantes. Había tortilla de espinacas, con setas, con salsa brava, con pimientos…para todos los gustos. La decisión de los 5 premios fue tomada por un jurado formado por Elisa Cansado, Concejala de Educación y Protección de la Salud y tres componentes del público, entre ellos Miguel, que se encontró con la tesitura de no poder votar al probar mi tortilla y así no influir en el resultado de mi votación.

Os voy a dejar la receta de la Tortilla a la Sidra, ya os puedo asegurar que está buenísima, jugosa y con unos sabores que combinan y se realzan entre sí. En los ingredientes os dejo como tal una tortilla de patata porque podéis hacerla como queráis, con cebolla, sin cebolla…la que normalmente hagáis en casa. La que yo preparo es con cebolla y grande, para 4 personas.
Ingredientes:
- 1 tortilla de patata.
- ½ cebolla.
- 90 gr. de jamón serrano.
- 400 ml. de sidra natural.
- 200 gr. de agua.
- Aceite de oliva, sal.

Tramezzini es una marca o tipo de pan, no lo tengo muy claro. La cuestión es que los “bocados” elaborados con él reciben también su nombre. El Tramezzini, dicho en pocas palabras, es un pan de molde sin corteza cortado en horizontal y no en vertical, de esta forma las rebanadas son largas y rectangulares. La consistencia es algo mayor que la del pan de molde habitual, lo que permite que no se reblandezca ni se rompa aunque le pongamos rellenos húmedos, aguanta bien la manipulación y, para mi gusto, es menos dulce que el pan de molde normal. A pesar de que yo lo he preparado en rollitos, también es habitual prepararlo en sándwich y cortarlo en triangulitos. De hecho, tramezzini es la palabra italiana que denomina y sustituye al vocablo inglés “ sándwich”. Quizá la próxima vez lo haga de esta forma.
En el paquete vienen cinco rebanadas y de cada rebanada yo he sacado seis rollitos, así que cunde mucho. Los rellenos son infinitos, podéis poner lo que queráis o lo que os guste o simplemente lo que tengáis en la nevera. Una forma estupenda de aprovechar sobras.

Os voy a dejar los cinco que yo preparé por separado.

Pues casi sin darnos cuenta ha llegado el último día del año, esperemos que el siguiente sea mejor para todos. Yo, particularmente, espero conseguir un trabajo, el resto de deseos ya irán llegando.
La receta que os traigo hoy es la última que me quedaba por dejaros de la Mesa de Nochebuena. La verdad es que estas galletitas son de esas recetas que preparas pensando que estarán ricas pero que resultan sorprendentes, deliciosas, se convierten en un éxito y te da pena que se terminen. Se convertirán en habituales en casa, se conservan bien en un recipiente hermético, de hecho, ayer nos terminamos las últimas que quedaban acompañadas de una cervecita, casi una semana después seguían deliciosas. Un aperitivo perfecto por si solo pero que, además, combina perfectamente con embutidos y con patés.
Utilicé un cortador pequeñito para hacerlas de “bocado”, más o menos del tamaño de las típicas galletitas saladas de toda la vida y salen unas 60 más o menos pero volarán, seguro.
Ingredientes:
- 280 gr. de harina.
- ½ cucharadita de levadura tipo Royal.
- 180 gr. mantequilla.
- 1 cucharadita de sal.
- 3 cucharadas de parmesano rallado.
- 1 cucharada de albahaca.
- 1 cucharada de orégano.
- 2 yemas de huevo.

Estos grissines los preparé también para la cena de Nochebuena, para acompañar a los aperitivos. A todos nos encantaron, tienen un sabor delicioso, natural y son muy crujientes.
Hacerlos es muy fácil, la masa es de esas maravillas que no se pegan en las manos ni en la encimera, que se extienden muy fácilmente con el rodillo, manejable para cualquiera y el resultado es más que satisfactorio. Si tenéis peques en casa pueden echaros una mano y disfrutarán viendo su obra cuando salga del horno.
Ingredientes:
- 420 gr. de harina.
- 1 sobre de levadura seca de panadero.
- 120 ml. de agua templada.
- 100 ml. de leche.
- 15 gr. de azúcar.
- 55 gr. de aceite de oliva.
- 10 gr. de sal.
